El mundo de los complementos y suplementos va en crecimiento y expansión. Tan solo en América, este mercado ha crecido en los últimos años casi un 15%, lo que significa ganancias multimillonarias para la industria. Sin embargo, complemento no es lo mismo que suplemento y es muy común que la gente se sienta confundida al hablar del tema, lo que puede orillarlos a hacer mal uso de estos y tener repercusiones en la salud.
Para que comprendas mejor este tema, te contaremos sobre los suplementos y complementos, así como las razones para ingerirlos y el mejor momento para hacerlo.
Si bien los suplementos, como su nombre lo indica, suplen alguna deficiencia dietética que no necesariamente tiene que ver con la alimentación; los complementos por su parte, son compuestos que estabilizan los niveles deficientes de algunos nutrientes.
Una alimentación completa y equilibrada en teoría, sería suficiente para obtener todos los nutrientes que el cuerpo necesita, sin embargo, por el ritmo de vida muchas personas, pueden presentar deficiencias muy específicas.
Algunos de los nutrientes con una frecuente ingesta insuficiente en la dieta y que necesitan complementarse son:
- Calcio: El bajo consumo de este mineral puede desencadenar debilidad en los cartílagos y osteoporosis, desarrollo de tumores de colon o alteraciones del sistema inmune. Entre las fuentes naturales de calcio más comunes, encontramos la leche y sus derivados, verduras como acelgas, espinacas, col, cebolla y brócoli, y leguminosas como los garbanzos y las lentejas.
- Vitamina D: La ingesta insuficiente de esta vitamina, puede favorecer la presencia de raquitismo, osteoporosis, disfunción del sistema inmune y cáncer. Una exposición de 20 minutos a la luz del sol, sería suficiente para sintetizar la vitamina D necesaria para el organismo, sin olvidar proteger nuestra piel con filtros de protección solar.
- Hierro: Una deficiencia de hierro, desencadena una baja o inadecuada oxigenación de la sangre, lo que puede ocasionar anemia. Los principales síntomas son la fatiga, debilidad y bajo rendimiento (escolar o laboral). Algunas fuentes alimentarias de hierro son las leguminosas, hortalizas y alimentos de origen animal.
Mientras que un suplemento alimenticio es un producto a base de hierbas, extractos vegetales, frutas deshidratadas, adicionadas también con vitaminas y/o minerales.
Entre los más destacados se encuentran la proteína en polvo, fórmulas para lactantes, geles de hidratación para deportistas, malteadas con alto contenido nutrimental, para quienes no pueden ingerir sólidos, por ejemplo.
Es importante que antes de vender o emprender con un complemento o suplemento alimenticio, acudas con algún experto en alimentos para que te oriente un poco más del tema. En FIQA tenemos las guías que necesitas para lanzar tu suplemento o complemento al mercado, no dudes en contactarnos.
Y tú, ¿conocías las diferencias entre suplementos y complementos alimenticios?