Aunque no es un término utilizado comúnmente, los productos desarrollados bajo un White label son más frecuentes de lo que parece, inclusive puede que hayas consumido alguno de ellos sin saber que así se les denomina, pero no te preocupes, en este blog hablaremos más sobre su origen y su funcionamiento.
Este término surge hace algún tiempo en la industria musical, puesto que para conseguir que más canciones salieran a la venta o que fueran sonadas en todos lados, las compañías disqueras autorizaron que los DJs las mezclaran con otros artistas. Después pasó a tener más fuerza en el sector de la tecnología, ya que consistía en permitir que un producto o un servicio fuera revendido por otra empresa sin la necesidad de mostrar los derechos de autor.
Y es así como surge una manera de negocio que permite personalizar y distribuir algún producto o servicio con diferente nombre y en ocasiones a precios más bajos. Pero es importante mencionar que la empresa dueña de la idea original tiene que aceptar transferir el White label a una segunda compañía que podrá venderla bajo su propia marca.
Las White label son una solución para aquellas empresas que por cuestiones económicas o estratégicas no asumen los costos de producción o creación de un producto, simplemente lo ven como un negocio que se adapta a sus necesidades y permite posicionar el nombre de la empresa. Esto, por ejemplo, sucede con las cadenas de supermercado, tienen sus propios productos en los anaqueles, pero no necesariamente significa que ellos se encarguen del desarrollo y producción de estos, si no que adquieren los permisos para que sea la marca líder o alguna del sector quienes les produzcan el producto bajo el nombre del supermercado.
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