¿Eres de los que prefieren elegir esta opción, pero no sabes exactamente qué se considera un producto bajo en calorías? Pues en este blog hablaremos acerca de ellos, de cuáles son sus beneficios y cómo puedes desarrollar tu propio producto bajo en calorías.
Estos productos surgen en los años 80, cuando los consumidores empiezan a querer cuidar de su dieta y comer saludable para mejorar la apariencia de su cuerpo. La mayoría de estos productos son consumidores con la idea de bajar de peso, pero de acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos, las personas suelen sentirse satisfechas por la cantidad de alimentos que consumen y no exactamente por la cantidad de calorías que ingieren en su dieta.
Pero si de beneficios hablamos, los productos bajo en calorías pueden sustituir a aquellos productos de referencia en las personas que necesitan una dieta más controlada. Aunque hoy en día son más los consumidores que cuidan de su salud y prefieren sustituir en su dieta los productos de referencia por los bajos en calorías sin contar con alguna enfermedad.
Para que un producto sea bajo en calorías, es necesario contar con homólogo de referencia, con la única diferencia es que cuente con 40 kcal/100g en sólido y 20 kcal/100 ml en líquido, excepto en sustitutos del azúcar. Es decir, son aquellos que han sido desgrasados o están reducidos en las cantidades de azúcares y presentan un aumento en la cantidad de fibra, aunque en algunos casos lo que cambie sean sus conservadores.
¿Tienes en mente lanzar al mercado un producto bajo en calorías? En FIQA te podemos ayudar, realizamos estudios que permiten establecer los parámetros necesarios para venderlos en el mercado. Si te interesa saber más contáctanos para ayudarte en tu proceso.