Más de la mitad de los consumidores globales, están dispuestos a comprar productos de suplementos alimenticios online. En gran medida, esto viene provocado por los consumidores que han crecido siendo nativos digitales, los Millennials y ahora la Generación Z.
Es de esperar, que esta tendencia en la compra online de grocery o comestibles, se incrementa si tenemos en cuenta que alrededor del 30% de los Millennials y Generación Z están realizándose por esta vía, comparados con alrededor del 20% de la Generación X (35 a 49 años), el 17% de la generación Baby Boomers (50 a 64 años), y alrededor del 10% de la Generación Silenciosa (+65 años).
Grandes marketplaces como Amazon o Alibaba, están viendo aquí una oportunidad desde hace un tiempo. AmazonFresh se lanzó en Seattle en 2007 y en 2013 empezó a expandirse a todo Estados Unidos, dando servicio actualmente en algunas grandes ciudades.
A pesar de las dificultades en la prestación del servicio de grocery, debido a los requerimientos de temperatura controlada, este negocio representa una gran oportunidad en el país.
Tal es el caso de Pizza Hut, ya que desde que lanzó el primer pedido de pizza en línea en 1994, la entrega se ha convertido en un negocio de miles de millones de dólares con todo tipo de cocinas disponibles, en casi todas las ciudades del mundo. En la actualidad, Pizza Hut ha optado por un sistema híbrido. Es decir, vende a sus clientes a través de su propio sitio web oficial y además, por medio de los agregadores de delivery más importante de la región, como lo son Justo, Rappi, PedidosYa, UberEats y iFood, entre otros. Al parecer, la estrategia más rentable para los restaurantes no está en elegir un modelo de negocio por sobre otro. Entre más sea el tráfico de ventas digitales, más se compensa la caída de ventas en la tienda física, debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia.
Es totalmente admirable, la forma en que los agregadores delivery y platforms -as a service- en menos de una década han empatizado con los restauranteros y comercios locales.
Se han adaptado a las necesidades de los nuevos consumidores digitales y han sido propuestos como una alternativa flexible ante las restricciones cambiantes de la pandemia. Es más, ya no solo se tiene la posibilidad de pedir comida preparada o envasada a través de estos agregadores, sino que hoy prácticamente cualquier producto que quepa en una mochila de reparto, cae dentro del alcance del delivery y puede ser disfrutado por el usuario en la comodidad de su domicilio.
Naturalmente, surge la interrogante de si este crecimiento acelerado de las industrias online se mantendrá post pandemia. ¿Qué garantiza la permanencia de estos actores luego de la crisis? o bien, ¿será su auge algo circunstancial?. Esto lo iremos descubriendo con el paso del tiempo y la forma en la que la gente termina de adaptarse o no, a la situación.
E-COMMERCE Y LA PANDEMIA.
Es un hecho que la pandemia cambió, en alguna medida, la vida de todas las personas y esta trajo consigo consecuencias positivas y negativas. Uno de los mayores cambios que se han generado, fue el boom del comercio electrónico, el cual se instauró como una nueva alternativa para la compra de productos de la vida cotidiana, a través de aplicaciones, o e-commerce de las distintas marcas.
Algunos expertos atribuyen la consolidación del e-commerce y la creciente penetración de los agregadores de delivery en Latinoamérica, a razones como: el aumento en el acceso y usabilidad de smartphones, una mayor oferta de comercios independientes, el incremento de operadores logísticos no tradicionales, una alta urbanización de las metrópolis y la fuerte penetración de internet en la región.
Creemos que también hace una contribución importante, la necesidad creciente de los consumidores de tener todo just in time y la búsqueda de ingresos extras on-demand con mayor flexibilidad laboral.
De acuerdo al último reporte de la “Industria e-commerce de Blacksip”, Latinoamérica es una plaza con mucho potencial de desarrollo de la industria y recién ha comenzado a ser explotada. Hoy su participación global del e-commerce es poco significativa y su despegue se debe principalmente a la pandemia. Incluso el mismo reporte indica que, Latinoamérica es dos veces el aporte de África y Medio Oriente, quienes hasta antes del 2019 no sentaban ningún precedente en el panorama global.
Si bien hoy en día, la población de Latinoamérica representa cerca del 8% a nivel mundial, solamente tiene una participación del 2% de las ventas de retail, a través de e-commerce. En otras palabras, estamos en presencia de los primeros años dorados del e-commerce en la región, el cual si lo comparamos con regiones como Asia-Pacífico, Norteamérica y Europa Occidental es un mercado bastante pequeño todavía.
Las necesidades de los consumidores han cambiado drásticamente debido a la problemática que ha traído consigo la pandemia del Covid-19. La categoría de suplementos alimenticios ha crecido notablemente en Latinoamérica, tal es el caso de países como Colombia, Perú, Chile, o Brasil, el consumo de estos productos alcanza a más del 47% de la población.
Se trata de una actividad esencial para la industria de ventas directas, puesto que 82% de la comercialización de suplementos se hace a través de este formato de mercadeo. De hecho, los productos de nutrición se colocan como los segundos de mayor venta, solo después de los relacionados con la belleza, con 46% y 30%, respectivamente, entre 2019 a 2021.
En el mismo periodo, el mercado mexicano de suplementos alimenticios creció de 65,773 millones de pesos (mdp) a valorarse en 71,060 mdp, al tiempo que las ventas directas crecieron 36%.